Unas normas sencillas y creíbles sobre la clasificación y el reciclaje son fundamentales para garantizar la comprensión del consumidor sobre el reciclaje y los materiales de envasado, según un grupo de expertos invitados a participar en una mesa redonda sobre la Semana Verde de la UE. La mesa redonda, organizada por Pro Carton, examinó cómo el Acuerdo está afectando a la industria de los envases y el papel de los envases de fibra en la búsqueda de una economía circular. Todos los participantes coincidieron en que la participación de los consumidores es el elemento más importante para que la industria de los envases cumpla las directrices establecidas por el Pacto Verde Europeo.

Con la participación de ponentes de todas las etapas de la cadena de suministro, incluyendo Tiina Pursula, SVP de Sostenibilidad, División de Materiales de Embalaje, Stora Enso; Monika RomenskaDirector de Reglamentación y Asuntos Públicos, EXPRA; Klaus HocklDirector General de Cardbox Packaging y Winfried MuehlingEn el debate, los participantes identificaron la falta de comprensión de los sistemas de reciclaje por parte de los consumidores como una de las mayores barreras a las que se enfrenta la industria para lograr los elementos del acuerdo.

Según Winfried Muehling, "el consumidor necesita contar con un sistema creíble y fácil de entender cuando se trata de reciclar, porque si no lo entiende, no hará lo que necesitamos que haga... si lo haces demasiado complejo, todo fracasará a la larga". Hockl coincidió en que "la participación de los consumidores es 100% clave para el éxito, y para aumentar aún más las ya elevadas tasas de reciclaje", mientras que Romenska añadió: "Hay que motivar a los consumidores para que crean que sus esfuerzos contribuyen al impacto medioambiental en general".

El debate también puso de manifiesto la importancia del desarrollo de los sistemas de recogida del reciclaje a nivel nacional, regional y local. Según Tiina Pursula, "lo fundamental es el acceso a la recogida selectiva de todos los envases... eso es lo único que permite que el reciclaje se produzca y sea también económicamente viable", mientras que Hockl cree que los sistemas deben ser coherentes y entendidos en todos los Estados miembros. "En los últimos dos años, muchos países han aplicado muchas normas diferentes, lo que hace que el acuerdo ecológico de la UE no sea visible ni esté al alcance de todos", dijo.

En mayo, la Comisión Europea presentó los detalles de su Reglamento sobre residuos de envases, cuyo objetivo es introducir una solución armonizada. Según Romenska, se trata de un objetivo muy ambicioso, ya que es difícil recoger los envases de la misma manera en los distintos países. También citó la importante inversión necesaria para aplicar los cambios en los sistemas de recogida y clasificación. Aunque sugirió que podría no ser realista, Muehling confirmó que una solución armonizada sería deseable: "incluso el mero hecho de poder separar los envases de fibra de los demás residuos sería un beneficio fundamental".

Aunque puede haber una serie de retos a la hora de alcanzar los objetivos del acuerdo, también puede suponer un impulso para la industria de los envases, al presentar también nuevas oportunidades. Según Pursula, habrá muchas oportunidades para crear productos que sean verdaderamente circulares, así como para seguir mejorando el sistema de reciclaje de fibras". Romenska citó iniciativas en varios países, como Malta, donde se está utilizando el Internet de las Cosas (IoT) para clasificar los envases, "por lo que las innovaciones en la digitalización son otra perspectiva."

Además de la simplicidad para los consumidores, la funcionalidad y la seguridad alimentaria también se consideraron consideraciones importantes para la industria a la hora de estudiar cómo deben aplicarse las directrices. Para algunos, como Pursula de Stora Enso, la funcionalidad es el punto de partida; se trata de proteger el producto, por lo que los materiales utilizados deben adaptarse a su uso final. Hockl está de acuerdo: "La seguridad alimentaria es obligatoria. Es importante para la credibilidad del sector sacar al mercado -y al consumidor- los envases que mejor se adaptan a su aplicación y finalidad".

Aunque en algunos casos el plástico puede ser un material de envasado adecuado para proteger los productos, a lo largo del debate se destacaron repetidamente las credenciales medioambientales del cartón como medio para ayudar a alcanzar los objetivos del "Pacto Verde" de la UE. Según Muehling, "uno de los mayores retos a los que se enfrenta el propietario de una marca hoy en día es asegurarse de poner en las estanterías productos que no tengan un impacto negativo en el medio ambiente. Uno de los mayores riesgos es ser atacado por las organizaciones de consumidores por este motivo".

Las fibras de cartón pueden reciclarse más de 25 veces sin apenas pérdida de integridad, lo que significa que no hay ningún efecto negativo en las propiedades mecánicas en cuestión. Con el 60% de los consumidores considerando el impacto medioambiental de las decisiones de compra que toman, esto es significativo, añadió Muehling.

Para cerrar el debate, Muehling destacó la importancia de la colaboración entre industrias: "No es posible resolver los problemas actuales en solitario. Se necesita la participación de todas las partes interesadas en la cadena de valor para hacer frente a los retos que tenemos por delante. Debatir abiertamente y definir las mejores soluciones es lo que necesitan tanto la industria como el medio ambiente, y estoy seguro de que el sector de los envases de fibra desempeñará su papel para resolver los retos que tenemos por delante."

La mesa redonda de Pro Carton se organizó en asociación con Empaquetado en EuropaElisabeth Skoda, editora de la publicación, moderó el debate. Vea la mesa redonda completa o leer el Informe de Pro Carton "Los envases de fibra y la búsqueda de una economía circular en el sitio web hoy: www.procarton.com.