De la mesa del Director General

Son tiempos interesantes para trabajar en la industria del envasado. La industria del cartón se está beneficiando poco a poco del abandono gradual de algunos plásticos. Algunas de las iniciativas más destacadas son las de Guinness y Heineken, que han anunciado el abandono de los "conos altos" de plástico para envases múltiples, sustituyéndolos por soluciones de cartón, mientras que McDonalds ha lanzado su plataforma global "Better M", un programa de gran alcance para eliminar y minimizar el plástico y mejorar la reciclabilidad de los envases en toda Europa. Por su parte, Coca Cola ha anunciado una inversión de 15 millones de euros en maquinaria de envasado KeelClip™, que incluye una importante remodelación en su planta de Dongen (Países Bajos). Como parte de esta iniciativa, Coca-Cola eliminará el envoltorio retráctil de todos sus multienvases de latas en todos los mercados de la Unión Europea para finales de 2021 y lo sustituirá por soluciones de cartón. Se prevé que esta medida ahorre 2.000 toneladas de plástico y 3.000 toneladas de CO2 al año. El KeelClip™ se utilizará en todos los multienvases de latas de hasta ocho latas; los multienvases de latas más grandes se unirán con un envase de cartón. Creo que esto pone de manifiesto dos puntos clave. Uno es que las principales marcas tienen la clara intención de pasar a materiales de envasado más sostenibles, y ciertamente reciclables, pero también que estos cambios tardarán en aplicarse, ya que a menudo implican una inversión significativa y modificaciones en sus líneas de envasado existentes. Me viene a la mente el proverbio del siglo XVI "todo llega a quien espera". El debate sobre las definiciones de plástico de un solo uso (la Directiva SUP entró en vigor en julio de este año) y la reciclabilidad de varios tipos de envases multimateriales continúa sin mayor nivel de consistencia o claridad. Lo que hemos visto últimamente anima y a la vez preocupa. Por ejemplo, en el Reino Unido, la CPI (Confederación de Industrias del Papel), junto con el WRAP (Programa de Acción de Residuos y Recursos) y la OPRL (Etiqueta de Reciclaje en el Envase) parecen estar adoptando una visión más práctica sobre la reciclabilidad de los cartones con revestimiento de barrera, lo cual es una buena noticia y también tiene sentido. Mientras tanto, en Francia, se han aprobado recientemente dos enmiendas en el Comité de Sostenibilidad del Parlamento Nacional francés para prohibir todos los envases de un solo uso (no sólo el plástico de un solo uso) para el consumo en las tiendas a partir del 1 de enero de 2023. Aunque estas enmiendas todavía pueden no convertirse en ley en la votación en el pleno de diciembre y en la votación del Senado, es preocupante que se esté considerando una legislación tan amplia e innecesaria. Son tiempos interesantes.