Materias primas
El cartón está hecho de fibras de celulosa que se producen a partir de madera o reutilizando fibra recuperada o papel usado. Puede utilizarse una combinación de ambos y hay varios tipos de fibra que producen características diferentes.
La pasta de papel se fabrica mecánica o químicamente a partir de los raleos de los bosques y los residuos de los aserraderos, dejando que los árboles más grandes maduren para obtener madera aserrada para usos como la construcción y el mobiliario. Toda la celulosa utilizada por las empresas miembros de Pro Carton se fabrica con madera procedente de bosques certificados y en los bosques gestionados se plantan más árboles de los que se talan, lo que garantiza una base de materia prima cada vez mayor e infinitamente renovable.
La fibra recuperada o el papel usado se recogen en toda Europa lo más cerca posible del punto de uso para reducir el transporte. Se pueden utilizar todos los tipos de papel, cartón y envases y, tras la clasificación, las balas de fibra recuperada se entregan a las fábricas de cartón para su uso. Se calcula que las fibras de papel y cartón pueden utilizarse hasta siete veces. En Europa se fabrican unas 46% de cartón a partir de pasta y el resto, 54%, con fibra recuperada o papel usado.
Fabricación de cartón
El inicio del proceso de producción es la zona de preparación. Aquí, la fibra, ya sea en forma de pasta o de papel recuperado, se mezcla con agua en grandes hidrapulperas hasta conseguir una suspensión muy fina. A continuación, se limpia para eliminar cualquier contrariedad, se refina para aumentar su resistencia y se bombea a la máquina de cartón, donde se fabrica el cartón.
La mezcla de fibra y agua de la planta de preparación se bombea a la máquina de cartón y esta mezcla muy fina se coloca en varias mallas metálicas que se mueven continuamente. A medida que el agua se escurre a través de la malla, las fibras empiezan a ‘fraguar’ y cada una de las láminas se junta para formar una hoja continua de cartón. A continuación, se presiona con grandes rodillos para extraer más agua y se pasa por cilindros calentados con vapor para evaporar más agua.
Cuando el cartón ha alcanzado el contenido de humedad requerido, se añaden hasta tres capas de revestimiento -hechas predominantemente de arcilla y tiza- a la superficie del cartón. Estos revestimientos mejoran la suavidad y el brillo y son necesarios para conseguir la alta calidad de impresión que requieren los cartones.
Todo el proceso se controla por ordenador dentro de tolerancias muy estrechas para garantizar la uniformidad de la calidad. Una vez fabricado el cartón, se traslada a la zona de acabado, donde se corta para adaptarlo a las necesidades de cada cliente, ya sea en bobinas más pequeñas o, más a menudo, en planchas sobre palés.
Acabado del cartón
Después de enrollar el cartón en enormes bobinas al final de la máquina, hay que convertirlo a un formato que puedan utilizar las imprentas y los clientes de otter. La mayor parte del cartón se vende en hojas sobre palés, pero también se enrolla en bobinas más pequeñas que se envían a los clientes, que imprimen directamente a partir de las bobinas.





