Dino Vettorel, Director de Medio Ambiente y Prevención de Pérdidas del Grupo RDM, en primer plano

Antecedentes e introducción

• Preséntese brevemente y explique su función actual en la industria del cartón y el envase de cartón.

Me llamo Dino Vettorel y trabajo en el Grupo RDM, en la fábrica de papel de Santa Giustina, desde 1990. Actualmente ocupo el cargo de Director de Medio Ambiente y Prevención de Pérdidas. El departamento de Prevención de Pérdidas se creó hace unos años y se integra de forma natural con las actividades medioambientales que llevamos a cabo desde hace tiempo. Mi función es garantizar el cumplimiento de la normativa sobre los aspectos medioambientales de los procesos de producción, al tiempo que trabajo continuamente para reducir nuestro impacto ambiental.

También gestiono el sistema ISO 14001, colaborando con todos mis colegas para garantizar que los procedimientos operativos cumplen las normas exigidas. Además, superviso la certificación forestal FSC/PEFC, siempre con el objetivo de mejorar el rendimiento medioambiental de las instalaciones.

• ¿Cómo empezó a interesarse por este campo y qué le llevó a su actual trayectoria profesional?

Aunque no tengo una formación específica en estudios medioambientales, siempre me ha fascinado el mundo de la fabricación de papel. Desde niño me cautivaba la fábrica de Santa Giustina cuando pasábamos por delante de camino a Belluno.

Su trayectoria profesional

• ¿Puede describir los principales hitos y experiencias que han conformado su carrera en este sector?

Empecé mi andadura en la fábrica de papel en el departamento de control de gestión y posteriormente pasé a planificación de la producción, lo que me permitió conocer a fondo el proceso de fabricación del cartón. Esta base resultó muy valiosa cuando, en 2001, el Grupo RDM inició la certificación ISO 14001 en todas sus instalaciones. En ese momento me involucré a fondo en cuestiones medioambientales, liderando el proceso de certificación de la planta de Santa Giustina y dedicando mi atención a esta área crítica desde entonces.

Aprovechando esta experiencia, en 2006 asumí la responsabilidad de todo el proceso de las Autorizaciones Ambientales Integradas (AAI), garantizando sus necesarias actualizaciones con cada modificación de la planta.

• ¿Hay algún reto o punto de inflexión que destaque en su trayectoria profesional?

Sin duda, el cambio de un trabajo puramente de oficina a la gestión medioambiental sobre el terreno fue un punto de inflexión importante. Este cambio me permitió ver la fábrica de papel desde una nueva perspectiva y comprender dónde y cómo intervenir para mitigar los impactos ambientales.

En 2018, afrontamos la primera revisión de la Autorización Ambiental Integrada para la producción de papel con arreglo a las nuevas directrices europeas sobre MTD (mejores técnicas disponibles). Fue un proceso complejo, que gestionamos íntegramente de forma interna sin necesidad de consultores externos. El resultado fue muy positivo.

En 2017, en la feria Ecomondo de Rímini, conocimos a una empresa especializada en la construcción de plantas de reciclaje de envases de alimentos líquidos. Este encuentro dio lugar a un proyecto que desembocó en la instalación de una máquina innovadora en la fábrica de papel. Esta máquina separa eficazmente el material fibroso de los distintos componentes de los envases multimaterial, mejorando la recuperación de la fibra y reduciendo la producción de residuos de celulosa.

Trabajo diario y responsabilidades

• ¿Cómo es un día o una semana normal en su puesto actual?

No existe un día típico: mi trabajo es muy dinámico y requiere una presencia constante. Las principales actividades consisten en controlar y gestionar aspectos medioambientales como los residuos, el agua y las emisiones atmosféricas y acústicas. El principio de cada mes es especialmente intenso, ya que recopilamos y analizamos datos para el informe anual de sostenibilidad. También trabajamos con laboratorios externos para controlar los parámetros medioambientales que exigen nuestros permisos.

También gestiono el comercio de emisiones, con la contabilidad mensual de las emisiones de CO₂, datos que se utilizan para validar las cuotas asignadas. También dedico mucho tiempo a actualizar y verificar los procedimientos de la norma ISO 14001, asegurándome de que se ajustan a los objetivos medioambientales del Grupo RDM.

• ¿Hay algún proyecto o iniciativa concretos en los que haya participado recientemente que le parezcan especialmente interesantes o innovadores?

Uno de los proyectos más interesantes es la valorización de los residuos de celulosa. En los últimos años, junto con la dirección, nos hemos centrado en buscar alternativas al envío de los residuos de celulosa a los vertederos o a las plantas de conversión de residuos en energía. Recientemente, hemos iniciado una colaboración con una empresa especializada en la construcción de plantas que generan energía térmica y eléctrica a partir de materiales recuperados.

Es un proyecto basado en la pirólisis, un proceso de transformación molecular que nos permite producir un gas de síntesis, comparable en uso al gas natural, a partir de los materiales plásticos de los residuos de pasta de papel. Es un proyecto ambicioso que estamos llevando a cabo con el apoyo de nuestro Director de Energía.

Impacto en la industria

• ¿Cómo cree que su trabajo contribuye a los aspectos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente de los envases de cartón?

Es sabido que la industria papelera consume mucha energía y agua. Sin embargo, en los últimos años hemos reducido considerablemente el uso de estos recursos. Hemos implantado máquinas y soluciones más eficientes que nos permiten utilizar menos agua y menos energía, lo cual ha sido estupendo de ver.

En Santa Giustina hemos introducido un sistema innovador que nos permite recuperar y reutilizar parte del agua vertida por la sección biológica de nuestra depuradora de aguas residuales industriales. Esta agua regenerada se utiliza ahora para lubricar los cierres mecánicos, reduciendo considerablemente la necesidad de agua dulce. Gracias a esta iniciativa, podemos recuperar aproximadamente 900.000 metros cúbicos de agua al año, lo que supone una contribución sustancial a la conservación del agua y a la sostenibilidad de nuestros procesos de producción.

Además, hemos sustituido nuestra antigua línea de envasado -que requería electricidad y gas natural y utilizaba film retráctil para envolver palés de planchas de cartón- por una nueva tecnología más eficiente: el sistema "Stretch Hood". Esta solución utiliza film estirable para encapuchar los palés, lo que elimina la necesidad de calor y reduce considerablemente el consumo de energía. Como resultado, conseguimos un ahorro energético global de unos 1.500.000 kWh al año, lo que supone beneficios tangibles tanto desde el punto de vista medioambiental como económico.

Cada día nos comprometemos a reducir el impacto medioambiental, contribuyendo así a un modelo de producción más circular y sostenible.

• ¿Qué tendencias o novedades del sector le entusiasman más y cómo influyen en su trabajo?

En los últimos años se ha prestado cada vez más atención al comportamiento medioambiental, sobre todo al consumo de agua. Esta es una de las áreas en las que estamos más centrados: incluso pequeñas mejoras pueden dar grandes resultados. Del mismo modo, estamos trabajando para reducir la contaminación acústica y optimizar el consumo de energía, áreas en las que ya hemos hecho progresos significativos.

Consejos e inspiración

• ¿Qué consejo daría a las personas que se plantean hacer carrera en la industria del cartón?

Siempre les digo a los jóvenes: no tengáis miedo, sed curiosos. Intenta comprender los procesos en profundidad, involúcrate, haz tu aportación: tendrás una mentalidad más abierta a la innovación y el cambio. Solo arremangándose encontrarán ideas y motivación para crecer profesional y personalmente.

• ¿Hay algún logro personal o profesional del que se sienta especialmente orgulloso y quiera compartir?

Sin duda, la introducción de una máquina en nuestra fábrica de papel que luego fue adoptada por muchas otras fábricas en Italia y en el extranjero. También estoy muy orgulloso de cómo gestionamos nuestro vertedero interno, que nos permite cumplir plenamente la normativa medioambiental al tiempo que aporta importantes beneficios económicos en términos de gestión de residuos.

• ¿Cuál es la única razón por la que se siente orgulloso de trabajar en la industria del cartón y el cartoncillo?

La fábrica de papel encarna realmente el espíritu de la economía circular y los procesos industriales sostenibles. Disfruto contando a mi equipo y a los estudiantes todo lo que hacemos en la fábrica de papel para contribuir al bienestar de nuestro planeta.