Una audiencia de casi 120 participantes, representando las industrias de cajas plegables y cartón, los fabricantes de marcas registradas, el comercio y el diseño, el mundo académico y la prensa, siguió la doble conferencia y el debate posterior con atención.

Profesor universitario Dr. Wolfgang Wimmer / Dr. Stefan Gara, Universidad Técnica de Viena

Permítanme dejar a un lado, por el momento, el tema de la sostenibilidad como atributo adicional de otras cosas, como por ejemplo la calidad. No hablemos de sostenibilidad, sino vayamos un paso adelante “en busca de la excelencia”.

Cuando pensamos en la “excelencia”, deberíamos seguir los ejemplos de la naturaleza. Cuando hablamos de embalaje, lo asociamos inmediatamente a nueces o plátanos, ya que representan formas perfectas de embalaje. El reciclaje inherente es parte de su evolución. Lo ideal sería que estos fueran el tipo de productos demandados en una “gentil” sociedad industrial.

Hemos basado nuestra presentación en cuatro aspectos clave:

1. ¿Cuándo un sistema resulta crítico?

Los seres humanos están acostumbrados a un pensamiento lineal, creemos que todavía tenemos tiempo de frenar cuando avanzamos con gran velocidad hacia una pared. Sin embargo, algunos desarrollos son tan rápidos que nuestros sistemas pierden el control. Estamos hablando de excelencia, no de mejora continua, estamos hablando de empresas dispuestas a aceptar el reto.

2. ¿Cuál son los puntos de ruptura que podemos esperar en los sistemas críticos?

Un punto es la finalidad de las energías fósiles. Quizás hayan escuchado antes el término “cénit petrolero”, que describe cómo se explotan los yacimientos de petróleo o los recursos petrolíferos al completo – es una curva de forma de campana con una caída relativamente pronunciada al final. Y existen indicadores fiables que sugieren que ya hemos pasado ese pico.

Además, estamos sufriendo un cambio de orientación – todos hemos aprendido que la toxicidad es un problema de dosificación o concentración. Tenemos límites tóxicos para unos 3.000 compuestos químicos, aunque en realidad tenemos más de 300.000 compuestos. El problema radica en su gran diversidad e interacciones, en las que incluso las cantidades más pequeñas pueden provocar problemas.

3. ¿Cuál son los puntos de ruptura que afectan al desarrollo de productos?

¿Qué implica esto para nuestro sistema? Estamos hablando del factor X. Esto no se refiere a mejoras sucesivas y graduales, sino a mejoras que forman una nueva dimensión en términos de eficiencia, reducción de materias primas y reciclaje. Es una transformación radical en el modo en que hacemos negocios, ya que nos estamos quedando sin tiempo.

Las fotos de Japón muestran una planta de desmontaje en la que se desmontan casi automáticamente 1.000 lavadoras por movimiento. Es una manera diferente de pensar: ¿cómo gestionamos nuestros recursos? Ponemos recursos en nuestros productos y después los recuperamos. Se trata del diseño de los ciclos vitales de los productos, lejos del enfoque lineal del pensamiento en ciclos. Esto nos plantea una pregunta: ¿cómo podemos diseñar ciclos sostenibles?

En el mundo actual, podemos modernizar al completo un puesto de trabajo de oficina y utilizar aún el 50% de los elementos ya existentes. El cliente de facto se convierte en nuestro colaborador comercial y continuará utilizando nuestro sistema siempre que pueda mejorarse. Esto es un cambio del puro desarrollo del producto a un modelo comercial.

Vivimos en un período de transición con desafíos totalmente nuevos, necesitamos cambiar los modos en los que gestionamos los recursos y la energía. Los modelos comerciales que hacen caso omiso a la “sostenibilidad” están en peligro. Como desarrolladores de productos, es nuestra responsabilidad tomar en cuenta estos aspectos de modo preventivo para evitar la vulnerabilidad.

Un ejemplo del campo de la movilidad: Michelin ha desarrollado la “rueda activa” que incluye motor, suspensión y amortiguador, todo en una rueda. Esto nos permite fabricar automóviles en estructuras de producción relativamente pequeñas.

4. ¿Cómo podemos preparar a las empresas para estos desafíos?

No estamos hablando de productos individuales, hablamos de excelencia comercial. Hemos desarrollado un modelo en forma de círculo de colores, que se centra en cuatro sectores principales: (1) Nuevos pensamientos, (2) nueva acción basada en nuevas estructuras, (3) la identificación de nuevos potenciales y (4) la integración de nuevos conocimientos dentro de la empresa.

A partir de estos cuatro elementos hemos desarrollado doce indicadores:

1. Liderazgo
2. Cultura empresarial
3. Sistemas de gestión
4. Cadena de valor y red de trabajo
5. Participación
6. Capital social
7. Uso de la energía y los materiales
8. Capital financiero
9. Gestión del ciclo vital
10. Competencia tecnológica
11. Innovación y creatividad
12. Visión / tendencias

El punto clave será que los gerentes implementen de verdad estos valores en sus empresas, no que simplemente hablen de boquilla con folletos de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) bien redactados y “proyectos excusa” sin ninguna relevancia para la producción. A menos que se aplique esta lógica consecuentemente, uno no puede avanzar al paso siguiente. Estamos asimismo hablando de visiones en forma de principios preventivos.

Aquí tenemos un ejemplo para una carátula de CD: calculamos la huella de carbono de un CD para un fabricante conocido, para el producto y el embalaje. La huella global fue 100%, 50 para el producto y 50 para el embalaje, a pesar de que el fabricante ya se había ocupado de los detalles para reducir la huella de este último. Obviamente, existen límites en lo que respecta al CD, pero en el embalaje se pueden realizar cambios importantes, por ejemplo, utilizando cartón. Esto solo significa utilizar un embalaje diferente, uno que no esté hecho de policarbonato. ¿Cuáles serían los resultados de una carátula de dicho tipo? Una huella de carbono menor y una huella de agua menor.

Estamos hablando de un nuevo espíritu, un nuevo modo de pensar, en cómo integrar los productos eco-inteligentes en nuestros futuros modelos comerciales para seguir siendo competitivos y, como consecuencia final, estamos hablando de Excelencia Comercial.

El posterior debate se centró en los cálculos del ciclo vital que mostraron que los productos ecológicos no tienen necesariamente que ser caros y también acerca de si los organismos reguladores y los EE.UU. deberían tomar medidas y cómo deberían hacerlo. El evento finalizó con un vídeo de los finalistas de los Premios Pro Carton / ECMA: www.cartonawards.com